Psoriasis: 9 de cada 10 afectados están en edad productiva
POR: CELINA ABUD
Uno de los grandes mitos que ronda la psoriasis es creerla una enfermedad psicosomática, pero en verdad se trata de una patología compleja que tiene su origen en el sistema inmunológico.
Y si bien el estrés puede dispararla, debe existir una predisposición genética. Otra es creerla una mera afección de la piel, ya que en algunos casos pueden derivar en complicaciones como artritis psoriática y estar asociada a otros males no transmisibles que afectan la calidad de vida.
Su impacto es devastador si se tiene en cuenta que el 90% de quienes la presentan están en edad productiva. El dato se desprende de una encuesta de la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO) que fue compartida por su presidenta, Silvia Fernández Barrio en el marco de la presentación de una nueva alternativa terapéutica.
Aunque no existen estadísticas certeras a nivel local, se estima por extrapolaciones internacionales que cerca del 2% de los argentinos padece psoriasis y si bien no hay un límite para su aparición, lo más común es que aparezca después de los 25 años.
Según los expertos, los casos en niños son raros y también hay casos particulares de una primera aparición de lesiones a los 60 años. Y si bien en el 90% de los casos la enfermedad se manifiesta en forma de lesiones cutáneas, se trata de una patología sistémica con múltiples complicaciones.
“La piel es una ventana al organismo y lo que se observa en ella es una expresión de procesos internos”, indicó el doctor Ricardo Galimberti, médico dermatólogo y titular de la Cátedra de Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Es que ante un factor desencadenante –como una infección, un estado de estrés u otros– unas células llamadas linfocitos T liberan sustancias pro inflamatorias llamadas citoquinas, que afectan fundamentalmente células de la piel, aunque en ocasiones también actúan sobre el endotelio vascular, el hígado, las articulaciones o el aparato respiratorio.
“Aunque no nos demos cuenta, todas las personas renovamos por completo nuestra piel cada 28 días. En un paciente con psoriasis, este mecanismo está acelerado, lo que genera lesiones eritematosas que lo obligan a rascarse el cuerpo de forma constante y los vuelve más susceptible a infecciones por lesiones que se pueden generar.
El prurito resulta muy incómodo porque hasta le impide al paciente dormir, y las lastimaduras pueden hacer de este procedimiento muy doloroso”, indicó Galimberti, para luego indicar que para tener un diagnóstico, que es clínico, se debe consultar a un dermatólogo.
A su turno, Silvia Fernández Barrio, periodista y presidenta de AEPSO, indicó que la psoriasis trae reiterados problemas a los pacientes. Entre ellos 4 de cada 10 desecharon actividades sociales u de ocio por el doloroso estado de su piel y 8 de cada 10 cambiaron su forma de vestirse.
Por otro lado, el 26% de ellos presentó algún tipo de incapacidad física. Los datos se desprenden de una encuesta online realizada a casi 1.500 pacientes que acuden a la asociación o bien por una recomendación de un dermatólogo idóneo o para obtener por parte de sus obras sociales los medicamentos que necesitan para tratar su cuadro.
Es que según el relevamiento, el 17,4% afirmó que estuvo más de 6 meses hasta lograr conseguir que se le cubran las drogas biológicas, que son las de más alto costo y que de acuerdo con la encuesta, las necesita el 19,5% de la población con psoriasis, mientras que el 70% requiere de cremas por casos más leves y el 29, 5% usa drogas modificadoras de la enfermedad.
“Dos buenas noticia son que el 90% de las personas que se tratan con medicamentos biológicos dijo estar satisfecha o algo satisfecha con su terapia y que el 76% de los pacientes con artritis psoriática recibieron sus tratamientos.
Sin embargo, por los costos, que estén los medicamentos a disposición representa una lucha por parte de las asociaciones de pacientes y más aún, cuando se toma en cuenta que dos de cada 10 personas con la enfermedad no cuentan con una cobertura de salud”, indicó la presidenta de AEPSO.
Como sucede en la mayoría de las enfermedades sistémicas, no existe una cura definitiva para la psoriasis y los tratamientos deben ser prolongados.
De acuerdo a la gravedad del cuadro, se deberá elegir entre cremas tópicas, terapias sistémicas convencionales o los tratamientos biológicos de última generación (basados en anticuerpos monoclonales) que apuntan directamente a la raíz del problema, ya que inhiben las sustancias generadoras de inflamación producidas por los linfocitos T.
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