¿Cuáles son las causas del autismo infantil?




El autismo es un trastorno del desarrollo que aparece en edades muy tempranas. Se caracteriza por afectar la capacidad para interactuar y comunicarse del niño con el resto de las personas, a la vez que reduce su abanico de intereses y estereotipa sus comportamientos. Según apuntan las estadísticas, desde hace dos décadas hasta la fecha el número de niños afectados por el autismo se ha incrementado dramáticamente, lo cual puede deberse a que el diagnóstico cada vez es más preciso y ahora también se pueden identificar los casos más leves.
No obstante, las causas del autismo infantil continúan siendo un misterio. Numerosos especialistas refieren que el trastorno suele aparecer como consecuencia de alteraciones genéticas pero lo cierto es que aún no hay consenso en la comunidad científica. De hecho, todo parece indicar que se trata de un trastorno complejo que está condicionado por diferentes factores, los cuales pueden actuar como predisponentes o desencadenantes.

Las 5 causas principales del autismo infantil

Es cierto que las causas del autismo infantil no se conocen con certeza; sin embargo, los hallazgos más recientes apuntan a que se trata de un trastorno multifactorial en el que inciden diversos condicionantes de origen genético, medioambiental, psicológico y neurológico.

Factores genéticos

Un gran número de expertos están convencidos de que los genes son la principal causa del autismo. De hecho, se estima que alrededor del 90% de los casos de autismo se deben a una alteración en la estructura genética; es decir, a una mutación en algún gen. Hasta el momento se han identificado varios genes candidatos pero todavía no se ha podido individuar la mutación específica que los afecta y cómo aumentaría el riesgo de padecer autismo.

Factores medioambientales

Diversas investigaciones realizadas en niños con autismo han desvelado que los factores medioambientales desempeñan un papel importante como detonante del trastorno. Tanto es así que algunos expertos están convencidos de que cuando no hay una mutación genética, los factores medioambientales son la principal causa del autismo. En la mayoría de los casos estos factores inciden durante las primeras semanas de gestación, momento en el cual el feto queda expuesto a sustancias nocivas como el alcohol, el humo del cigarro, los herbicidas, el mercurio, los flavonoides en las comidas o a algunos medicamentos como el paracetamol.



Afectaciones neurológicas

Los niños que presentan problemas nerviosos o cerebrales tienen mayores probabilidades de desarrollar autismo. Sin embargo, el riesgo no aumenta con cualquier afectación neurológica sino que se ha relacionado con daños específicos en determinadas áreas cerebrales como la amígdala, la corteza cerebral y el sistema límbico. De hecho, una disfunción en estas zonas explicaría por qué los niños con autismo son extremadamente sensibles ante los cambios o por qué tienen problemas para expresar las emociones y relacionarse con los demás.

Factores psicológicos

Los aspectos psicológicos no suelen ser una causa directa del autismo infantil pero son factores que pueden desencadenar o agudizar el trastorno. Algunas investigaciones han dejado entrever que los niños cuyas madres sufren estrés durante el embarazo tienen mayores probabilidades de padecer autismo. Asimismo, los niños pequeños que no son capaces de comprender el estado mental de las personas o de reconocer sus intenciones y sentimientos, tienen más dificultades para establecer relaciones y se exponen a un riesgo mayor de desarrollar una forma leve de autismo.

Otras condiciones de salud

A pesar de que la mayoría de los casos de autismo son de origen primario, alrededor del 10% de los casos aparecen de forma secundaria a algunas condiciones de salud. Al respecto, se conoce que algunas condiciones pueden ser el detonante del autismo, como el síndrome del X frágil, la esclerosis tuberosa, la neurofibromatosis, el síndrome de Rett, la parálisis cerebral y la distrofia muscular. También existen estudios que han vinculado el autismo a algunos medicamentos, como el paracetamol, a condiciones víricas o incluso a algunas vacunas.

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