Niños y actividad física: cuál es la mejor edad para comenzar con cada deporte
Que realizar ejercicio físico y mantenerse activos es bueno para nuestra salud, es algo que todo el mundo sabe o, por lo menos, ya debería saber. Que los índices de sobrepeso y obesidad, sobre todo infantil, han aumentado de manera drástica en los últimos 40 años, salta a la vista observando los datos facilitados por los organismos y agencias de salud.
Ahora bien, cuando hablamos de realizar ejercicio físico para los más pequeños, hay una pregunta que se hace mucha gente: ¿a qué edad deberían comenzar a hacer deporte los niños? ¿Existe una edad para que se inicien en cada deporte o da igual cuándo comiencen a hacer ejercicio físico los más pequeños?
Beneficios de la práctica deportiva en la salud de los niños
Como hemos mencionado en la introducción, los índices de sobrepeso y obesidad infantil no han dejado de aumentar, y por ello se antoja fundamental buscar mecanismos que ayuden a disminuir esta epidemia que cada día que pasa provoca nuevos desastres en la salud de los más pequeños. No en vano, enfermedades "de personas mayores" como la diabetes tipo 2" son cada vez más frecuentes en niños de doce y catorce años, lo cual es un claro indicador de que algo esta fallando en el modelo de sociedad.
Por estos motivos, realizar ejercicio físico ayuda entre otras cosas a prevenir enfermedades en los más pequeños al tiempo que les estimula e incentiva para desarrollar sus habilidades motrices y capacidades físicas como pueden ser el equilibrio, la fuerza, la velocidad, la coordinación, la expresión corporal...
¿A qué edades se suelen desarrollar las habilidades de los más pequeños?
Si observamos el desarrollo motriz que tiene un niño desde que es un bebé hasta que alcanza la pubertad, podemos ver como éste va pasando por etapas en las que va adquiriendo una serie de habilidades que le permiten ir dominando su cuerpo y aprendiendo a moverse. Así podemos encontrar cinco etapas (por denominarlas de alguna forma) en las que se irán desarrollando las capacidades básicas de los más pequeños y que les permitirán posteriormente adquirir nuevas "capacidades" y realizar las actividades cotidianas:
Menores de dos años: en esta etapa, prevalece el juego libre y el movimiento "descontrolado" por parte de los más pequeños. Les gusta jugar y para ellos todo es nuevo. Apenas tienen control de las distancias y los espacios y se mueven por impulsos. En esta etapa podrían ser interesantes las clases de psicomotricidad para un primer desarrollo del niño.
Etapa de preescolar: en esta etapa ya van adquiriendo ciertas habilidades motoras, como por ejemplo saltar, correr, montar en triciclo. Sigue siendo una etapa en la que el aprendizaje se realiza mejor mediante juegos.
De 4-7 años: comienzan a perfeccionar ciertas habilidades como pueden ser la coordinación, el equilibrio (con apoyos unipodales o a la hora de montar en bici) o la velocidad. A partir de estas edades, debemos prestar especial atención al peso que llevan nuestros hijos en las mochilas, con el fin de evitar posibles problemas de espalda en estas edades tempranas.
De 8-9 años: en esta etapa pueden realizar ciertos deportes que fomenten el desarrollo de algunas de sus capacidades, como por ejemplo las carreras.
De 10-12 años: es el momento de potenciar el control y dominio del cuerpo y mejorar determinadadas capacidades como pueden ser la flexibilidad, la fuerza o la resistencia.
¿Qué deportes pueden hacer los más pequeños y a qué edades es recomendable comenzarlos?
Senderismo
El senderismo es uno de los deportes que menor impacto va a tener sobre los más pequeños, y que más fácilmente vamos a poder introducir en sus vidas. Para ello, deberemos comenzar por distancias cortas y buscando siempre alguna motivación con la que fomentar esta actividad: paseos por algún parque, excursiones por la naturaleza, recorridos históricos por el centro de la ciudad, visitas a pueblos...
En cuanto a edad recomendada, entre los seis y los ocho años podría ser un buen momento para ir comenzando a practicar senderismo.
Gimnasia
La gimnasia es un deporte que se caracteriza por la "corta vida" de las gimnastas profesionales, que por lo general suelen finalizar sus carreras a edades muy tempranas (rara es la gimnasta que llega a los 30 años y sigue compitiendo), por lo que es un deporte que se "recomienda" comenzar a practicar pronto. Además, este deporte va a permitir que los niños desarrollen capacidades como la flexibilidad y la expresión corporal a través del deporte.
Debido al factor de la edad, es frecuente que las madres comiencen por apuntar a los más pequeños a actividades como baile o danza entre los cinco y los siete años, como punto previo a la práctica de la gimnasia como actividad deportiva.
Natación
A partir de los tres o cuatro años, la natación es un deporte que puede ayudar a desarrollar capacidades básicas motrices de los más pequeños tales como la coordinación, el desarrollo muscular o la resistencia. Normalmente suelen comenzar a practicarla utilizando manguitos o las típicas tablillas de corcho y a medida que van adquiriendo dominio de su cuerpo y mejorando sus capacidades van realizando más movimiento libre sin ayudas externas.
Si observamos el desarrollo motriz que tiene un niño desde que es un bebé hasta que alcanza la pubertad, podemos ver como éste va pasando por etapas en las que va adquiriendo una serie de habilidades que le permiten ir dominando su cuerpo y aprendiendo a moverse. Así podemos encontrar cinco etapas (por denominarlas de alguna forma) en las que se irán desarrollando las capacidades básicas de los más pequeños y que les permitirán posteriormente adquirir nuevas "capacidades" y realizar las actividades cotidianas:
Menores de dos años: en esta etapa, prevalece el juego libre y el movimiento "descontrolado" por parte de los más pequeños. Les gusta jugar y para ellos todo es nuevo. Apenas tienen control de las distancias y los espacios y se mueven por impulsos. En esta etapa podrían ser interesantes las clases de psicomotricidad para un primer desarrollo del niño.
Etapa de preescolar: en esta etapa ya van adquiriendo ciertas habilidades motoras, como por ejemplo saltar, correr, montar en triciclo. Sigue siendo una etapa en la que el aprendizaje se realiza mejor mediante juegos.
De 4-7 años: comienzan a perfeccionar ciertas habilidades como pueden ser la coordinación, el equilibrio (con apoyos unipodales o a la hora de montar en bici) o la velocidad. A partir de estas edades, debemos prestar especial atención al peso que llevan nuestros hijos en las mochilas, con el fin de evitar posibles problemas de espalda en estas edades tempranas.
De 8-9 años: en esta etapa pueden realizar ciertos deportes que fomenten el desarrollo de algunas de sus capacidades, como por ejemplo las carreras.
De 10-12 años: es el momento de potenciar el control y dominio del cuerpo y mejorar determinadadas capacidades como pueden ser la flexibilidad, la fuerza o la resistencia.
¿Qué deportes pueden hacer los más pequeños y a qué edades es recomendable comenzarlos?
Senderismo
El senderismo es uno de los deportes que menor impacto va a tener sobre los más pequeños, y que más fácilmente vamos a poder introducir en sus vidas. Para ello, deberemos comenzar por distancias cortas y buscando siempre alguna motivación con la que fomentar esta actividad: paseos por algún parque, excursiones por la naturaleza, recorridos históricos por el centro de la ciudad, visitas a pueblos...
En cuanto a edad recomendada, entre los seis y los ocho años podría ser un buen momento para ir comenzando a practicar senderismo.
Gimnasia
La gimnasia es un deporte que se caracteriza por la "corta vida" de las gimnastas profesionales, que por lo general suelen finalizar sus carreras a edades muy tempranas (rara es la gimnasta que llega a los 30 años y sigue compitiendo), por lo que es un deporte que se "recomienda" comenzar a practicar pronto. Además, este deporte va a permitir que los niños desarrollen capacidades como la flexibilidad y la expresión corporal a través del deporte.
Debido al factor de la edad, es frecuente que las madres comiencen por apuntar a los más pequeños a actividades como baile o danza entre los cinco y los siete años, como punto previo a la práctica de la gimnasia como actividad deportiva.
Natación
A partir de los tres o cuatro años, la natación es un deporte que puede ayudar a desarrollar capacidades básicas motrices de los más pequeños tales como la coordinación, el desarrollo muscular o la resistencia. Normalmente suelen comenzar a practicarla utilizando manguitos o las típicas tablillas de corcho y a medida que van adquiriendo dominio de su cuerpo y mejorando sus capacidades van realizando más movimiento libre sin ayudas externas.
Artes marciales: judo, karate o tae-kwondo
Las artes marciales como pueden ser el judo, el karate o el tae-kwondo, son deportes que van a permitir desarrollar la flexibilidad, la fuerza, la coordinación y la agilidad de los más pequeños. Por ello, comenzar entre los ocho y los diez años podría ser un buen momento para que los más pequeños comiencen a practicar este deporte, si bien no se aconseja que comiencen a competir hasta como mínimo los doce o catorce años.
Atletismo
Una de las formas más comunes que tienen los niños de desfogarse es corriendo, basta con echar un vistazo a los patios de los colegios y veremos a grupos de niños corriendo de un lado para otro persiguiéndose o jugando. El atletismo, por ello, es un deporte que puede ayudarles a canalizar esa energía al tiempo que van desarrollando capacidades y habilidades como la velocidad o la resistencia.
Tenis
El tenis es un deporte en el que las habilidades que priman a la hora de practicarlo son, sobre todo, la coordinación y la agilidad (especialmente la coordinación ojos-manos). Además, mediante el tenis aprenden a controlar también la fuerza con la que golpean a la pelota y mejoran en el dominio de los espacios y las distancias.
Patinaje
Ejercicio en el que prima sobre todo la coordinación y el equilibrio es, al igual que la danza, un deporte mediante el cual se favorece la expresión corporal de los niños. A partir de los cinco o seis años se puede ir introduciendo esta actividad una o dos veces por semana como toma de contacto.
Hay que tener en cuenta el potencial lesivo que tiene este deporte debido a las caídas, por lo que contar con un equipo adecuado que proteja de golpes a los niños, es algo imprescindible (coderas, rodilleras e, incluso, casco).
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