Consejos prácticos para controlar las emociones
Consejos prácticos para controlar las emociones
Con simples ejercicios, las emociones pueden dejar de ser un problema.
Mantener la atención plena es una de las técnicas más recomendadas.
Lo ideal es que durante 5 minutos, como mínimo, la persona esté sentada o acostada (como sea más cómodo) y se concentre en su respiración.
No se trata de dejar la mente en blanco. La intención es sentir, observar las emociones.
Si eso se aplica durante una discusión, por ejemplo, y nos damos nuestro tiempo antes de reaccionar, descubriremos que ese enfrentamiento se transformará en un intercambio saludable, sin recriminaciones ni gritos.
Tener un diario
Escribir también hace bien; es muy terapéutico y ayudará a ver con perspectiva las emociones, además de reflexionar sobre ellas con papel y bolígrafo.
Con el tiempo podremos ver qué emociones se repiten, pero ya sabremos cómo actuar ante eso.
Además, cada vez que enfrentemos una emoción que nos haga sentir mal, podemos recurrir a ese diario para saber qué hacer. Esto nos permitirá sentirnos más seguros.
Cambiar el foco
Este tercer ejercicio para controlar las emociones se centra en cambiar el foco de los pensamientos.
Es importante tener una palabra clave que detenga malos pensamientos. Puede ser “basta” o cualquier otra que sea cotidiana.
Después se puede anotar el pensamiento negativo, por ejemplo, molesto, y escribir al lado su equivalente en positivo. En este caso sería alegría o estar contento.
Aunque en principio parezca que esto no funcione, una ligera sensación de calma aparecerá con la práctica, disminuyendo así la ansiedad.
Busca un espejo
Tan pronto como te aborde esa emoción negativa, es importante buscar un espejo para que te mires y sonrías.
Este ejercicio ayudará a ser más objetivo con la situación que ha provocado la emoción que estás sintiendo. También te calmará.
Gracias a la sonrisa se liberarán endorfinas, aunque esté forzada. Por lo tanto conseguirás controlar las emociones y una mejor perspectiva sobre la situación.
Preocupaciones
Permítete un tiempo para preocuparte. Hay personas que ponen este ejercicio en práctica de la siguiente manera: escogen media hora o una hora al día para pensar en todas las preocupaciones que tienen y se dan permiso para preocuparse.
Una vez finalizado ese tiempo, vuelven a concentrarse en lo realmente importante y esas preocupaciones quedan a un lado. Puede que se disipen o que aún estén presentes al día siguiente en el momento escogido para preocuparse.
Es una muy buena opción para no estar todo el día con la cabeza repleta de preocupaciones y sin poder rendir bien en el trabajo o el hogar. Así pueden gestionarse las preocupaciones de una manera más eficaz.
Estos ejercicios para controlar las emociones son muy positivos, pero nunca se deben sustituir por aquellos que indican que debes distraerte de esa emoción, olvidarla, ignorarla o reprimirla.
Las técnicas ayudan a calmarte para poder gestionar esas emociones que te están sobrepasando. No se trata de eliminarlas, sino de generar una situación de calma y equilibrio para afrontarlas de una manera saludable.
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